Creación de una cama elevada y cómo plantar en ella

Tu cama elevada es ejemplo de trabajo en equipo: el material de relleno se compone de residuos de poda, compost y tierra dispuesta en capas, siendo las capas superiores más finas que las inferiores. Las distintas estructuras del sustrato permiten mantener aireado el interior de la cama elevada y suponen un aporte óptimo de nutrientes. Además, las plantas se benefician de una tierra con una temperatura más elevada y con mayor contenido de agua. 

Ya que en una cama elevada las plantas encuentran los nutrientes necesarios para su desarrollo sin ninguna restricción, la densidad de plantación puede ser mayor con respecto a la densidad en suelo firme en el jardín. ¡Simplemente planta las variedades que prefieras comer! Bien puedes plantar especies muy extractoras, ya que la composición del relleno de la cama elevada contiene muchos nutrientes. En el caso del tomate, el pepino, el repollo, la patata, calabacines o cucurbitáceas, ten en cuenta que estas hortalizas se beneficiarán de un aporte suplementario de abono. Para ornamentar el borde de la cama elevada, puedes usar una planta aromática y colgante como la capuchina. Siembra las plantas menos extractoras como las alubias, los guisantes, la lechuga, el rábano, la espinaca, la zanahoria y el puerro nada más disponer de espacio tras la cosecha de las primeras hortalizas. De lo contrario, también puedes plantar fresas.

Los maceteros al pie de los palés no solo resultan estéticos, sino que también son útiles. Las plantas de flor son verdaderos imanes para las abejas. Estos disciplinados insectos polinizan tanto las plantas de flor como las plantas de tu huerta. Dadas estas condiciones, no hay nada que se oponga a una cosecha abundante.