Los bonsáis

La palabra bonsái —que literalmente significa «cultivar en bandeja» o «árbol en maceta» (bon = bandeja y sai = cultivar)— también se usa para designar una técnica de cultivo originaria del Extremo Oriente. Los lugares soleados y sombreados parcialmente resultan ideales. Con los cuidados apropiados, los bonsáis —tanto los cultivados en macetas como los cultivados en suelo firme— se pueden transformar en árboles majestuosos.

Ya que el volumen de tierra del que dispone un bonsái es muy limitado, es necesario trasplantarlo regularmente en un nuevo sustrato, un sustrato especial que aporte los nutrientes necesarios.

Debido al poco volumen de tierra para almacenar el agua, resulta imperativo gestionar el riego con precisión. El sustrato del bonsái debe mantenerse húmedo constantemente, pero evitando el riego excesivo.

Los bonsáis dependen de la fertilización, ya que el pequeño volumen de tierra aporta muy pocos nutrientes. Las hojas deben mantenerse pequeñas, por lo que el aporte de nitrógeno debe ser mínimo. El contenido de nutrientes de nuestro abono para bonsáis responde a una formulación que toma en cuenta las exigencias específicas de estas plantas. Favorece un porte robusto y compacto gracias a su contenido en potasio.