Saltahojas del rododendro

Cuando estos saltahojas atacan los rododendros, sus larvas amarillentas chupan la savia a nivel de la vena central en el reverso de las hojas, principalmente entre mayo y junio. A partir de junio, los saltahojas chupan tanto en la parte superior de las hojas como en el reverso. Los saltahojas son verdes con estrías dorsales de color rojo y miden aproximadamente 1 cm. Tras la succión, aparecen manchas de color amarillo claro en las hojas. La succión de los saltahojas daña moderadamente los rododendros. Lo realmente crítico es que estos parásitos transmiten la enfermedad del ennegrecimiento de los capullos del rododendro. Los capullos se secan, se tornan de color gris y se cubren de esporas negras. Esto da lugar a que florezcan pocos botones. Los cicadélidos, como también se les conoce, ponen sus huevos en los capullos de los rododendros a finales de verano, lo que constituye un vector de transmisión de la enfermedad del ennegrecimiento de los capullos. A finales de abril, los huevos eclosionan, nacen las larvas y comienza un nuevo ciclo.

Tras la aparición de las larvas amarillentas en mayo, una primera pulverización permitirá reducir el desarrollo al estado adulto. De ser posible, pulveriza por la mañana, cuando los cicadélidos están aún entumecidos por el frío. Es necesario repetir el tratamiento a finales de verano para evitar la puesta. Para favorecer la lucha contra esta plaga, se recomienda colgar trampas amarillas.