Solo un césped sano es realmente hermoso. El césped es uno de los residentes de tu jardín que más nutrientes necesita. Esto no ha de suponer ninguna sorpresa en vista de lo que debe soportar y resistir frente a los juegos de los niños, las fiestas con los amigos, el musgo, las malas hierbas y, por supuesto, los embates del tiempo atmosférico. Y lo consigue solo si recibe regularmente una cantidad suficiente de nutrientes mediante el abonado. Descubre las precauciones que debes considerar llegado el momento de abonar tu césped.
La siega y la recogida de la hierba cortada entrañan una extracción permanente de nutrientes en detrimento del césped. Es precisamente después de la siega que las gramíneas necesitan nitrógeno, fósforo, potasio, magnesio, hierro y oligoelementos, sin los que el hermoso color verde y la aparición de nuevos brotes se verían afectados muy negativamente. Es posible remediar tal situación con una fertilización equilibrada. Si tienes una cortadora de césped con un mecanismo para triturar el césped y reincorporarlo al suelo, necesitarás menos fertilizante para abonar tu césped, ya que la hierba cortada se descompone con el tiempo y libera los nutrientes que contiene, los cuales vuelven a estar disponibles en el suelo.
Debido al efecto de diversos factores, el pH del suelo se hace cada vez más ácido. Si baja demasiado (inferior a 5,5), el césped no puede extraer los nutrientes suficientes y termina por marchitarse. Se aconseja encalar regularmente el césped cada dos o tres años.
Para un césped permanentemente sano, es importante suministrarle nutrientes durante todo el año. El primer abonado se debe realizar en primavera. Es preferible usar nuestro fertilizante de liberación sostenida, el cual proporciona todos los nutrientes esenciales para tu verde manto vegetal durante 6 meses. Lo mejor es que los nutrientes se liberan en función de las necesidades y las condiciones del tiempo atmosférico (humedad y temperatura). Gracias al suministro controlado de nitrógeno, nuestro abono para césped no afecta negativamente la capa freática. Si optas por un producto menos persistente, deberás abonar una segunda vez en verano. El último abonado se deberá realizar en otoño. Para ello, usa nuestro abono para césped especial para otoño que tiene un alto contenido de potasio. Este abono fortalece las gramíneas y contribuye a reforzar la resistencia.
He aquí como hacerlo
1
Esparce el abono a mano o con un esparcidor, de ser posible, cuando el césped esté seco. Importante: no esparzas el abono de forma cruzada, ya que esto entrañaría el riesgo de pasarte de la dosis recomendada y dañar el césped.
2
Posteriormente, riega abundantemente el césped una o dos veces por semana durante al menos 20 minutos. Es preferible regar abundantemente dos veces por semana en lugar de hacerlo más frecuentemente y en menor cantidad. Así, el césped formará raíces más profundas que le ayudarán en caso de sequía.
3
No cortes el césped por debajo de 4 a 5 cm. Cuanto más altas sean las brizas, mayor será la fotosíntesis y, en consecuencia, el césped tendrá un color verde más intenso. Como norma general, no cortes el césped más de un tercio para evitar que se debilite.
Un césped sano no es solo estético, sino que también garantiza ciertos beneficios importantes: por ejemplo, ¡una superficie intacta de 250 m2 en fase de crecimiento proporciona las necesidades diarias de oxígeno de una familia de cuatro personas!
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