La espinaca

Aunque muchas veces los niños no son fanáticos de la espinaca (Spinacia oleracea), cultivarlas en tu propio huerto tiene varias ventajas. Las espinaca fresca es deliciosa en wraps, ensaladas, pizzas y lasañas. Además es rica en ácido fólico, potasio y magnesio, y es muy fácil de cuidar, lo que la convierte en una opción perfecta para principiantes en el cultivo de hortalizas.

Esta verdura verde tiene sus raíces en el suroeste de Asia y llegó a España en el siglo VIII, antes de ganar popularidad en Europa. Aunque antes se preferían las variedades de hojas puntiagudas, hoy en día se cultivan principalmente variedades de hojas redondas, que suelen ofrecer mayores rendimientos.

Hay muchas variedades de espinacas, y para mantenerlas organizadas, se pueden clasificar según la época de cosecha. Las espinacas de primavera y otoño son ideales como cultivos previos o posteriores, ya que requieren pocos nutrientes en comparación con otras hortalizas. Un buen ejemplo de una variedad de espinaca de primavera y otoño es la "Butterflay", ideal para jardineros impacientes porque crece muy rápido. Por otro lado, la antigua variedad inglesa "Victoria" tarda más en crecer, pero produce una gran cantidad de hojas sabrosas.
Mientras que las espinacas de otoño y primavera brotan rápidamente con las temperaturas veraniegas, las variedades de verano toleran bien el calor y son perfectas para cultivar en esa temporada. Entre las más populares están "Bloomsdale" y "Gamma".
Incluso en temperaturas más frías, no tienes que renunciar a las vitaminas frescas: por ejemplo, la espinaca de invierno como las variedades "Espinaca Gigante de Invierno", como su nombre lo sugiere, y la "Prickly Winter Spinach", son parcialmente resistentes a las heladas y pueden ser cosechadas especialmente temprano en el nuevo año después de haber pasado el invierno.

Si quieres cultivar espinacas, debes tener en cuenta al elegir el emplazamiento que las espinacas forman raíces pivotantes que pueden crecer hasta 30 centímetros de largo. Para que las raíces de las espinacas puedan extenderse cómodamente, es importante que el suelo sea suelto y tenga buena permeabilidad en profundidad. Si planeas cultivar espinacas en tu balcón, te recomendaría una maceta amplia y profunda. Además, es importante que el suelo sea rico en humus y nutrientes para el óptimo crecimiento de las espinacas.

Las espinacas se desarrollan mejor en lugares soleados o semisombreados, aunque la cantidad de luz solar necesaria varía según la variedad y la temporada. Mientras que las espinacas de invierno prosperan con el sol cálido, las de verano prefieren un poco más de sombra para un crecimiento óptimo.

Si no tienes jardín pero deseas cultivar espinacas, ¡no te preocupes! Eso no te limita, ya que una maceta es una excelente alternativa. Es fundamental que elijas un recipiente con agujeros de drenaje y lo suficientemente profundo para permitir el crecimiento adecuado de las espinacas. Para asegurar que las raíces tengan el espacio necesario, la maceta debe tener un volumen mínimo de tres litros. Para evitar el encharcamiento, comienza llenando la maceta con una capa de drenaje, como piedra pómez. Luego, cubre esta capa con un sustrato vegetal de alta calidad, como el COMPO BIO substrato tomates y vegetales sin turba.

Como alternativa, también puedes cultivar la espinaca en una mesa de cultivo, donde las largas raíces suelen tener suficiente espacio para su desarollo. El sistema de tres capas de una mesa de cultivo evita el encharcamiento y crea las condiciones ideales para las hortalizas. En una mini mesa de cultivo, puedes utilizar virutas de madera compo capa de drenaje y luego el COMPO BIO Substrato Huerto y frutales sin turba para cultivar la espinaca. La siembra de la espinaca en una mini mesa de cultivo funciona igual que en una de un tamaño usual. 

Puedes comprar la espinaca como pequeñas plántulas y plantarla directamente en el suelo, o sembrarla tú mismo. Dependiendo de la variedad, la espinaca se pueden sembrar desde abril hasta principios de noviembre.

1. Primero, prepara el sustrato para la siembra. Afloja bien el suelo y elimina las malas hierbas. Si el suelo de tu jardín es pesado, añade un poco de arena para mejorarlo. Si tu suelo es arenoso y contiene pocos nutrientes, enriquécelo con un poco de compost.
2. Siembra las semillas de espinaca en hileras, dejando entre 15 y 20 centímetros de espacio entre ellas. La distancia óptima entre cada semilla es de unos cinco centímetros para que las plantas tengan suficiente espacio para crecer. Luego, cubre las semillas con un poco de tierra y presiona ligeramente.
3. Finalmente, riega las semillas con cuidado, preferiblemente con un rociador fino. Si todavía hace mucho frío, para proteger la espinaca, puedes curbrirla con papel de aluminio o un papel de film. Después de aproximadamente una o dos semanas, comenzarán a aparecer los primeros brotes. Por lo general, crecen tan rápido que, después de tres o cuatro semanas, necesitarás desenredarlos un poco para evitar que se se estorben entre sí. Puedes cosechar algunas de las hojas más pequeñas simplemente como "Espinaca Baby".

La espinaca es una hortaliza muy sedienta, especialmente durante su fase de germinación. Por eso, asegúrate de mantener el suelo siempre húmedo. A medida que crece, las hojas pueden secarse rápidamente, así que no te olvides de regarla regularmente para obtener la cosecha perfecta. Lo ideal es hacerlo por la mañana para que la planta tenga suficiente agua durante todo el día. Trata de evitar mojar las hojas para prevenir posibles enfermedades fúngicas. Durante los calurosos días de verano, puedes ayudar a conservar la humedad del suelo extendiendo un mantillo de tres centímetros entre las filas de plantas.

La espinaca es una planta de bajo consumo de nutrientes y por ende son humildes en cuanto a sus necesidades nutricionales. El exceso de fertilizantes puede resultar contraproducente, produciendo hojas blandas y carentes de vitaminas, así como un crecimiento atrofiado. Por eso, basta con utilizar un substrato vegetal rico en nutrientes al plantarlas, o aplicar un fertilizante líquido orgánico suave. Así, las espinacas obtendrán todos los nutrientes que necesitan y evitas hojas amarillas o un crecimiento estancado, que podría ser señal de una deficiencia nutricional.

Cuando las hojas alcancen unos cuatro centímetros de tamaño, podrás cosecharlas como "Espinaca Baby". Estas son más tiernas y suaves, ideales para ensaladas o como guarnición en bocadillos. Después de unas seis u ocho semanas, las hojas habrán alcanzado su tamaño completo. Para disfrutar de espinacas frescas continuamente, recolecta solo las hojas necesarias y deja el corazón de la planta. Esto permite que vuelva a crecer. Es preferible cosecharlas en días soleados por la tarde o por la noche, de esta manera las hojas contienen menos nitrato.

La espinaca fresca tiene un sabor incomparable. Como las hojas se marchitan rápidamente, lo ideal es cosecharlas el mismo día que las vayas a usar. Si necesitas guardarlas, envuélvelas en un paño húmedo y colócalas en el refrigerador, aunque incluso así, suelen marchitarse después de dos o tres días. Si tienes una cosecha abundante, una buena opción es escaldar las hojas y congelarlas para conservarlas.

La espinaca cultivada en casa se puede preparar de muchas formas. Ya sea en una receta clásica como la espinaca a la crema, en un batido verde o en un sabroso quiche, la espinaca es realmente versátil y deliciosa.

En general, la espinaca es bastante resistente y rara vez sufre por enfermedades o plagas. Sin embargo, a las babosas y caracoles les encantan tanto como a nosotros. Puedes proteger tus plantas con una barrera antibabosas. También hay que estar atentos a la mosca de la remolacha, que pone sus huevos en el envés de las hojas. Sus larvas devoran las espinacas, haciendo que las hojas dejen de ser apetitosas.

El mildiú puede aparecer si las espinacas se cultivan en un lugar sombrío y con poca ventilación, como un invernadero. Esta enfermedad fúngica se reconoce por las manchas claras en las hojas y un revestimiento de hongos en el envés. Una vez infestadas, las espinacas ya no son comestibles. Por eso, es esencial prevenirlo ventilando regularmente el invernadero.