Coles de Bruselas

Las coles de Bruselas no son muy exigentes en cuanto a la luz, ya que pueden crecer bien tanto a pleno sol como en áreas con un poco de sombra. Sin embargo, la situación cambia cuando se trata del suelo. Estas coles tienen un apetito voraz, lo que significa que requieren una gran cantidad de nutrientes para crecer adecuadamente.

Para garantizar que tengas una cosecha abundante, es esencial que mejores el suelo en la mayoría de las áreas de tu huerto. Esto se logra añadiendo suficiente compost o abono de liberación lenta unas semanas antes de plantar. Es preferible realizar esta tarea con anticipación, comenzando en el otoño del año anterior. De este modo, el suelo tendrá tiempo suficiente para absorber adecuadamente todos los nutrientes necesarios.

Las coles de Bruselas son bastante resistentes, pero dado que pueden pasar más de 160 días desde la siembra hasta la cosecha, es conveniente comenzar a cultivarlas con anticipación. A partir de abril, puedes plantarlas en macetas en el alféizar de una ventana o en un invernadero. Durante este mes, también puedes sembrarlas directamente en una mesa de cultivo con un túnel de lámina.

Mayo es el momento óptimo para trasplantar las plántulas de coles de Bruselas que han sido precultivadas a su lugar definitivo. También es posible sembrarlas directamente en tu huerto durante este mes. Recuerda dejar aproximadamente 50 centímetros de distancia entre cada planta al momento de plantarlas.

Para garantizar que los pequeños brotes de col reciban suficiente agua, la planta debe absorber la humedad desde las capas más profundas del suelo hasta la superficie. Durante los meses calurosos del verano, es crucial regar regularmente tus coles de Bruselas. Si notas que las hojas comienzan a amarillear, ¡es una señal clara de que necesitan agua con urgencia! Sin embargo, justo después de trasplantar las plántulas al huerto, es aconsejable mantener el suelo un poco más seco para promover el desarrollo saludable de las raíces.

Después de la siembra, es sumamente importante garantizar que el suelo esté bien nutrido. Utilizar un fertilizante líquido específico para frutas y verduras puede prevenir deficiencias nutricionales. Un indicio de estas deficiencias es el amarilleo precoz o la coloración rojiza de las hojas. Además, el mantillo puede ser beneficioso para el crecimiento, ya que proporciona estabilidad a las plantas.

Las coles de Bruselas están listas para ser cosechadas cuando alcanzan el tamaño aproximado de una nuez. Algunas variedades pueden ser recolectadas ya en otoño, pero la temporada clásica de cosecha comienza en octubre. Suelen volverse aún más sabrosas después de las primeras heladas, por lo que puedes esperar hasta noviembre o diciembre para recolectarlas. Para cosechar, comienza desde la parte inferior de la planta y separa los brotes de la parte superior.

Al elegir una variedad de coles de Bruselas, es fundamental tener en cuenta la época de cosecha deseada. Las variedades como la "Early Half Tall" y la "Peer Gynt" se pueden recolectar entre septiembre y noviembre, mientras que la "Welland" y "Citadel" están listas para la cosecha entre noviembre y diciembre. Para una cosecha más tardía, puedes optar por variedades como la "Rampart", "Fortress" y "Zid Fasolt", que se recolectan entre diciembre y marzo. Es importante recordar que las variedades de recolección temprana no son muy resistentes a las heladas. Además, las coles de Bruselas no se llevan bien con otras variedades de col, por lo que es mejor plantar guisantes o espinacas como compañeros de cultivo.

Como puedes notar por su temporada de cosecha, las coles de Bruselas permanecen en tu huerto o mesa de cultivo durante el invierno. Por lo tanto, no te preocupes si las temperaturas bajan por debajo de los -15 grados. En caso de un clima extremadamente frío, puedes protegerlas con una manta térmica, paja o ubicarlas en una posición resguardada junto a una pared de la casa.